La aceleración de un objeto es directamente proporcional a la fuerza neta que actúa sobre él e inversamente proporcional a su masa.
Esto se puede expresar matemáticamente como:
f =m * a
dónde:
* f es la fuerza neta que actúa sobre el objeto (medido en Newtons, n)
* m es la masa del objeto (medido en kilogramos, kg)
* a es la aceleración del objeto (medido en metros por segundo cuadrado, m/s²)
Esto es lo que nos dice la ecuación:
* proporcionalidad directa: Si aumenta la fuerza que actúa sobre un objeto, su aceleración aumentará proporcionalmente.
* proporcionalidad inversa: Si aumenta la masa de un objeto, su aceleración disminuirá proporcionalmente.
En términos más simples:
* Fuerza: Un empuje o tirón que puede hacer que un objeto acelere.
* Misa: Una medida de la cantidad de materia que contiene un objeto. Cuanto más masivo sea un objeto, más difícil es acelerar.
* Aceleración: La tasa de cambio de la velocidad de un objeto con el tiempo.
Ejemplos:
* empujando un objeto más pesado: Se necesita más fuerza para acelerar un objeto más pesado que un objeto más ligero.
* empujando un automóvil con la misma fuerza: Un automóvil más ligero se acelerará más rápido que un automóvil más pesado.
Comprender esta relación es fundamental para comprender el movimiento de los objetos en el mundo físico.