1. Reflexión: La luz rebota en la superficie. Esto es lo que nos permite ver objetos. El ángulo de incidencia (el ángulo en el que la luz golpea la superficie) es igual al ángulo de reflexión.
2. Refracción: La luz pasa a través de la superficie pero cambia de dirección. Esto sucede porque la velocidad de la luz es diferente en diferentes materiales. Por ejemplo, cuando la luz pasa del aire al agua, se ralentiza y se dobla hacia lo normal (una línea imaginaria perpendicular a la superficie).
La cantidad de reflexión y refracción depende de las propiedades de la superficie y el ángulo de incidencia. Algunas superficies son más reflectantes que otras, y algunos materiales refractan la luz más que otros.