Esta designación fue utilizada por primera vez por James Clerk Maxwell En sus famosas ecuaciones que describen la radiación electromagnética. Reconoció que la luz era una forma de radiación electromagnética, y usó c para representar la velocidad a la que viaja.
Esta notación ha sido ampliamente adoptada por los físicos y sigue siendo el símbolo estándar de la velocidad de la luz hasta el día de hoy.