metales:
* cobre: Ampliamente utilizado en cableado eléctrico y disipadores de calor debido a su excelente conductividad.
* Aluminio: Ligero y fácilmente disponible, lo que lo hace ideal para utensilios de cocina e intercambiadores de calor.
* Silver: El mejor conductor de calor, pero su alto costo limita sus aplicaciones prácticas.
* Iron: Utilizado en muchas aplicaciones industriales, incluida la construcción y la maquinaria.
Otros materiales:
* Diamante: Un muy buen conductor de calor, incluso mejor que el cobre, pero costoso para la mayoría de las aplicaciones.
* Grafito: Un buen conductor de calor debido a su estructura en capas, a menudo utilizada en electrónica y baterías.
* agua: Si bien no es tan bueno como los metales, el agua es un conductor de calor sorprendentemente bueno, por lo que se usa para los sistemas de enfriamiento.
Factores que afectan la conductividad térmica:
* Estructura de material: Los materiales con átomos o moléculas bien empacados (como metales) transfieren el calor más fácilmente.
* Temperatura: Las temperaturas más altas generalmente conducen a una transferencia de calor más rápida.
* densidad: Los materiales más densos tienden a ser mejores conductores.
* Presión: La mayor presión a menudo mejora la conductividad térmica.
Lo opuesto a los conductores térmicos son los aisladores térmicos:
* madera: Un aislante común utilizado en edificios y muebles.
* plástico: Ampliamente utilizado como aislamiento en el cableado eléctrico y otras aplicaciones.
* Fibra de vidrio: Comúnmente utilizado para aislamiento en paredes y techos.
* Air: Un buen aislante, por lo que muchos materiales aislantes atrapan los bolsillos de aire.
* Vacú: El mejor aislante, ya que no hay partículas para transferir calor.
La elección del material para una aplicación particular depende del nivel deseado de transferencia de calor y de las condiciones ambientales específicas.