Sin embargo, es importante señalar que, aunque el espacio se considera un vacío, no está completamente vacío. Todavía quedan algunas partículas, como los átomos de hidrógeno y helio, así como el polvo y la radiación cósmica, presentes en el espacio. Estas partículas contribuyen a un nivel muy bajo de presión, conocido como presión interestelar.
La presión en el espacio puede variar según la ubicación. Por ejemplo, la presión del viento solar, la corriente de partículas cargadas emitidas por el Sol, es mayor que la presión del medio interestelar. La presión en las atmósferas planetarias también puede variar según la composición y temperatura de la atmósfera.