1. Ambos son invisibles: Los campos eléctricos y magnéticos no son directamente visibles para el ojo humano. Sin embargo, pueden detectarse y estudiarse a través de sus efectos sobre partículas cargadas e imanes.
2. Líneas de fuerza: Los campos eléctricos y magnéticos suelen estar representados por líneas de fuerza, que son líneas imaginarias que muestran la dirección y la intensidad del campo. Estas líneas ayudan a visualizar el patrón del campo.
3. Intensidad del campo: La intensidad de un campo eléctrico o magnético se puede medir en cualquier punto del espacio. La fuerza generalmente se expresa en unidades como voltios por metro (para campos eléctricos) o teslas (para campos magnéticos).
4. Fuente del campo: Los campos eléctricos se producen mediante cargas eléctricas, mientras que los campos magnéticos se producen mediante cargas eléctricas en movimiento o imanes permanentes.
5. Efecto sobre las partículas cargadas: Los campos eléctricos pueden ejercer fuerzas sobre partículas cargadas, haciendo que se aceleren o se muevan en una dirección determinada. De manera similar, los campos magnéticos pueden ejercer fuerzas sobre partículas cargadas en movimiento, provocando que experimenten una desviación o un cambio en su trayectoria.
6. Almacenamiento de energía: Tanto los campos eléctricos como los magnéticos pueden almacenar energía. Un campo eléctrico almacena energía potencial eléctrica, mientras que un campo magnético almacena energía potencial magnética.
A pesar de estas similitudes, los campos eléctricos y magnéticos difieren en varios aspectos, como sus efectos sobre diferentes materiales y la naturaleza de las fuerzas que producen.