La luz se mueve a una velocidad constante de aproximadamente 299.792.458 metros por segundo (186.282 millas por segundo). Este valor se conoce como "velocidad de la luz".
Según la teoría de la relatividad, un objeto con masa requeriría una cantidad infinita de energía para alcanzar la velocidad de la luz, e incluso si teóricamente pudiera alcanzar esa velocidad, experimentaría una dilatación del tiempo infinita y un aumento infinito de masa, lo que lo haría imposible avanzar más.
En esencia, las leyes de la física, tal como las entendemos actualmente, establecen el límite de velocidad de cualquier objeto en el universo al valor finito de la velocidad de la luz. Por lo tanto, la velocidad de la luz actúa como la barrera cósmica definitiva que limita la velocidad de cualquier objeto, ya sea en el espacio exterior o en otro lugar.