Así es como el sonido de los murciélagos rebota en los objetos:
1. Los murciélagos producen ondas sonoras de alta frecuencia a través de la boca o la nariz. Estos sonidos pueden ser inaudibles para los humanos, con frecuencias que oscilan entre 20.000 y más de 120.000 hercios.
2. Las ondas sonoras viajan por el aire y rebotan en los objetos que rodean al murciélago.
3. Los ecos de estas ondas sonoras se reflejan en los oídos del murciélago.
4. Las estructuras especializadas del oído interno del murciélago, conocidas como corteza auditiva, reciben y procesan estos ecos.
5. El cerebro interpreta los ecos, creando una imagen mental del entorno circundante.
Los murciélagos pueden determinar el tamaño, la forma y la ubicación de los objetos basándose en las características de los ecos, incluido el retraso de tiempo entre el sonido emitido y el eco que regresa, la intensidad del eco y los cambios de frecuencia causados por el movimiento del objeto o la Efecto Doppler.
Esta información permite a los murciélagos navegar a través de espacios complejos, evitar obstáculos y localizar presas con notable precisión. Algunas especies de murciélagos pueden incluso distinguir entre diferentes tipos de insectos basándose en los ecos que producen.
La notable capacidad de la ecolocalización es un testimonio de las increíbles adaptaciones y capacidades sensoriales que se encuentran en la naturaleza.