Matemáticamente, la ley de conservación del momento se puede expresar como:
Momento antes de la colisión =Momento después de la colisión
o,
$$∑p_i =∑p_f$$
donde \(∑p_i\) representa el impulso total de los objetos antes de la colisión, y \(∑p_f\) representa el impulso total de los objetos después de la colisión.
El momento total de un sistema se define como la suma vectorial de los momentos de todos los objetos del sistema. El momento es una cantidad vectorial, lo que significa que tiene magnitud y dirección. La magnitud del impulso es igual a la masa de un objeto multiplicada por su velocidad. La dirección del impulso es la misma que la dirección de la velocidad del objeto.
En una colisión, el impulso de un objeto puede cambiar si cambia su masa o velocidad. Sin embargo, el impulso total del sistema sigue siendo el mismo. Esto se debe a que el impulso perdido por un objeto lo gana otro objeto en la colisión.
La ley de conservación del momento es un principio fundamental de la física que tiene muchas aplicaciones en la vida real. Por ejemplo, se utiliza para calcular el retroceso de un arma, el movimiento de un cohete y el impacto de un accidente automovilístico.