A medida que la pantalla se inclina, el rayo reflejado se moverá en un plano perpendicular a la superficie. La trayectoria del rayo reflejado formará una línea recta y el ángulo entre el rayo reflejado y la normal seguirá siendo el mismo.
El cambio en el ángulo del rayo reflejado se puede calcular mediante la siguiente ecuación:
$$\theta_r - \theta_i =\theta_s$$
dónde:
* \(\theta_r\) es el ángulo de reflexión,
* \(\theta_i\) es el ángulo de incidencia, y
* \(\theta_s \) es el ángulo entre la normal de la pantalla y la normal del espejo.
A medida que la pantalla se inclina, \(\theta_s \) aumenta. Esto significa que el ángulo de incidencia disminuye y el ángulo de reflexión aumenta. El efecto neto es que el rayo reflejado se mueve hacia arriba.
La inclinación de la pantalla también hace que la imagen reflejada se mueva. La imagen se moverá en la dirección opuesta a la inclinación de la pantalla. Esto se debe a que el rayo reflejado se mueve en dirección opuesta al rayo incidente.
La cantidad de movimiento de la imagen reflejada depende de la distancia entre el objeto y la pantalla, así como del ángulo de inclinación de la pantalla. Cuanto más cerca esté el objeto de la pantalla, mayor será el movimiento de la imagen. Cuanto mayor sea el ángulo de inclinación de la pantalla, mayor será el movimiento de la imagen.
Inclinar la pantalla puede ser una técnica útil para manipular la luz reflejada y la imagen reflejada. Por ejemplo, se puede utilizar para:
* Luz directa a una zona específica
* Crea el efecto de iluminación deseado
* Mover una imagen a una posición diferente
* Cambiar el tamaño de una imagen.