Esto lo demostró Galileo Galilei en el siglo XVI. Dejó caer dos bolas de diferentes masas desde lo alto de la Torre Inclinada de Pisa y demostró que cayeron al suelo al mismo tiempo. Este experimento demostró que la velocidad de caída de un objeto es independiente de su masa.
La ecuación para la aceleración debida a la gravedad es:
$$a =g$$
Dónde:
- \(a\) es la aceleración debida a la gravedad (en metros por segundo al cuadrado)
- \(g\) es la constante gravitacional (aproximadamente 9,8 metros por segundo al cuadrado)
Como puede verse en esta ecuación, la aceleración de la gravedad es constante. Esto significa que todos los objetos caen al mismo ritmo, independientemente de su masa.