Una de las principales razones por las que la definición física ya no es suficiente es el concepto de especie críptica. Las especies crípticas son especies que se ven muy similares o idénticas entre sí según sus características físicas pero que tienen diferencias genéticas significativas. Estas diferencias pueden volverse evidentes cuando se realiza un análisis genético, que revela que lo que antes se consideraba una sola especie es en realidad un complejo de múltiples especies distintas.
Otra razón es la hibridación y la introgresión. La hibridación ocurre cuando individuos de diferentes especies se aparean y producen descendencia. La introgresión es el proceso mediante el cual genes de una especie se transfieren a otra mediante hibridación y retrocruzamientos repetidos. Estos procesos pueden desdibujar los límites entre especies y dificultar la definición de especies basándose únicamente en características físicas.
Además, ha evolucionado la comprensión de las especies como unidades reproductivamente aisladas. Si bien las definiciones físicas a menudo se basan en el aislamiento reproductivo como criterio, los datos genéticos pueden proporcionar una comprensión más precisa de las barreras reproductivas y el flujo de genes entre poblaciones, lo que lleva a una mejor evaluación de los límites de las especies.
Además, el concepto de especie como entidades dinámicas que sufren cambios evolutivos a lo largo del tiempo desafía la idea de definiciones físicas fijas. El análisis genético puede revelar patrones de divergencia y especiación genética, proporcionando información sobre las relaciones evolutivas entre las especies y sus procesos históricos.
En resumen, la definición física de especie ya no es suficiente debido al descubrimiento de especies crípticas, la hibridación y la introgresión, la naturaleza dinámica de las especies y la disponibilidad de datos genéticos que proporcionan una comprensión más completa de los límites de las especies y las relaciones evolutivas.