* Atracción: Si los polos magnéticos de las piezas de hierro son opuestos (los polos norte y sur uno frente al otro), experimentarán una atracción magnética y tenderán a acercarse. Esta atracción se debe a la alineación de los campos magnéticos creados por las piezas de hierro.
* Repulsión: En cambio, si los polos magnéticos de las piezas de hierro son similares (polos norte enfrentados o polos sur enfrentados), experimentarán una repulsión magnética y tenderán a alejarse entre sí. Esta repulsión es resultado de la oposición de los campos magnéticos generados por las piezas de hierro.
La intensidad de la fuerza magnética entre piezas de hierro depende de factores como el tamaño y la forma de las piezas, la distancia entre ellas y la fuerza de sus campos magnéticos. Además, la presencia de campos magnéticos externos también puede influir en las interacciones magnéticas entre piezas de hierro.
Vale la pena señalar que las fuerzas magnéticas entre piezas de hierro son distintas de otras fuerzas fundamentales como las fuerzas gravitacionales o eléctricas. Las fuerzas magnéticas surgen específicamente debido a las propiedades magnéticas de los materiales y están relacionadas con el movimiento de partículas cargadas dentro de ellos.