Los gases son uno de los tres estados fundamentales de la materia, junto con los sólidos y los líquidos. Se caracterizan por su baja densidad y alta fluidez, lo que significa que pueden fluir y expandirse fácilmente para llenar el espacio disponible.
Las moléculas o partículas de un gas están en movimiento aleatorio constante y se mueven libremente por el espacio que ocupan. Este movimiento constante y la ausencia de fuertes fuerzas intermoleculares entre las partículas contribuyen a la forma y el volumen indefinidos de los gases.
A diferencia de los líquidos y sólidos, que tienen un volumen y una forma fijos determinados por su disposición molecular, los gases toman la forma y el volumen del recipiente en el que se encuentran. Llenan todo el espacio disponible, expandiéndose o contrayéndose según sea necesario.
Ejemplos de gases incluyen aire, helio, nitrógeno, oxígeno e hidrógeno. Estas sustancias existen como gases en condiciones normales de temperatura y presión de la Tierra.