La sensación desorientadora de mareo después de girar se debe a que el líquido en los canales semicirculares del oído interno se pone en movimiento. Este movimiento fluido envía señales al cerebro de que la cabeza todavía se está moviendo, incluso cuando se ha detenido.
Intentar contrarrestar el mareo girando en sentido contrario empeora la confusión, porque estimula aún más el líquido en los canales semicirculares. El cerebro recibe señales contradictorias sobre el movimiento de la cabeza, lo que provoca una mayor desorientación y posibles náuseas.
Para recuperar el equilibrio después de girar, lo mejor es concentrarse en fijar la mirada en un objeto estacionario y esperar a que se asiente el líquido en el oído interno. Caminar o mover la cabeza lentamente también puede ayudar a reducir la sensación de mareo.