* Efecto fotoeléctrico: Cuando un fotón de luz incide sobre un átomo, puede transferir su energía a un electrón, provocando que el electrón sea expulsado del átomo. La cantidad mínima de energía necesaria para expulsar un electrón se llama función de trabajo.
* Emisión termoiónica: Cuando un átomo se calienta, sus electrones ganan energía cinética. Si la temperatura es lo suficientemente alta, los electrones pueden ganar suficiente energía para superar la función de trabajo y ser emitidos por el átomo.
* Emisión de campo: Cuando se aplica un campo eléctrico fuerte a un átomo, se puede inducir un túnel de electrones, que es el proceso mediante el cual los electrones pueden atravesar una barrera de potencial incluso si no tienen suficiente energía para superarla.
* Ionización: Cuando un átomo se ioniza, pierde uno o más electrones. Esto puede suceder cuando el átomo es golpeado por una partícula de alta energía, como un protón o un neutrón, o cuando el átomo se expone a un campo eléctrico fuerte.
Una vez que un electrón ha sido expulsado de un átomo, queda libre para moverse en el espacio. Estos electrones libres son los que transportan la electricidad y alimentan muchos de nuestros dispositivos electrónicos.