El estudio, publicado en la revista Nature Geoscience, encontró que los aerosoles de humo pueden alterar las propiedades de las nubes, haciéndolas más reflectantes y aumentando su capacidad para reflejar la luz solar de regreso al espacio. Este efecto refrescante puede compensar algunos de los efectos de calentamiento que las partículas de humo causan directamente al absorber la luz solar.
"Nuestros hallazgos desafían la visión tradicional del humo como un elemento más cálido del clima y sugieren que su efecto general sobre el clima puede tener más matices", dijo el autor principal, el Dr. Johannes Veres, investigador de la Universidad de Leeds.
La quema de biomasa, como los incendios forestales y los incendios agrícolas, libera grandes cantidades de aerosoles de humo a la atmósfera. Estos aerosoles consisten en partículas diminutas que pueden dispersar la luz solar, alterar las propiedades de las nubes y afectar la precipitación.
Estudios anteriores han demostrado que los aerosoles de humo pueden tener efectos tanto de calentamiento como de enfriamiento en el clima. El efecto de calentamiento se debe a la absorción directa de la luz solar por las partículas de humo. El efecto de enfriamiento es causado por la interacción entre los aerosoles de humo y las nubes, lo que puede provocar una mayor reflectividad de las nubes y una reducción de las precipitaciones.
El nuevo estudio utilizó observaciones satelitales y simulaciones de modelos climáticos para investigar las interacciones entre los aerosoles de humo y las nubes. Los investigadores descubrieron que el efecto de enfriamiento de los aerosoles de humo sobre las nubes era más fuerte de lo que se pensaba anteriormente y que podría compensar una parte significativa del efecto de calentamiento causado por la absorción directa de la luz solar.
"Este estudio proporciona nuevos conocimientos sobre las complejas interacciones entre los aerosoles de humo y las nubes, y sugiere que los impactos climáticos de la quema de biomasa pueden tener más matices de lo que se pensaba anteriormente", dijo el coautor Dr. Piers Forster, científico climático de la Universidad de Leeds.
Los investigadores dicen que se necesitan más estudios para comprender mejor las interacciones entre los aerosoles de humo y las nubes, y para cuantificar el efecto general de la quema de biomasa en el clima.