Los cristales líquidos están compuestos de moléculas que tienen forma de varilla o de placa. Estas moléculas pueden alinearse siguiendo un patrón regular, creando una estructura cristalina. Sin embargo, las moléculas no están fijas en su lugar como en un cristal sólido y pueden fluir unas sobre otras, permitiendo que el material se comporte como un líquido.
Los cristales líquidos se utilizan en una variedad de aplicaciones, incluidas las pantallas de cristal líquido (LCD), que se utilizan en televisores, monitores de computadora y otros dispositivos electrónicos. Las pantallas LCD funcionan utilizando el orden estructural de los cristales líquidos para controlar la cantidad de luz que pasa a través del material, creando imágenes y texto.
Los cristales líquidos también se utilizan en otras aplicaciones, como interruptores ópticos, láseres y sensores. Se valoran por su combinación única de propiedades, lo que los hace útiles en una amplia gama de tecnologías.