A continuación te explicamos paso a paso cómo funciona una ballesta:
1. Cargar la ballesta: La ballesta se carga colocando un perno (una flecha corta y pesada) en la pista o ranura de la culata. El perno generalmente se mantiene en su lugar mediante un mecanismo accionado por resorte.
2. Amartillar la ballesta: Para amartillar la ballesta, el usuario tira de la cuerda del arco hacia atrás hasta que se engancha con el fiador, un cierre de metal que mantiene la cuerda en su lugar. Esto comprime el arco, almacenando energía en las palas del arco.
3. Compromiso con la seguridad: Algunas ballestas tienen un mecanismo de seguridad para evitar disparos accidentales. El seguro generalmente se activa cuando la ballesta se amartilla y se desactiva justo antes de disparar.
4. Apuntar con la ballesta: El usuario apunta la ballesta alineando las miras de la culata con el objetivo. Algunas ballestas tienen miras ajustables para permitir diferentes alcances.
5. Apretar el gatillo: Cuando el usuario está listo para disparar, aprieta el gatillo. Esto libera el fiador, permitiendo que la cuerda del arco se mueva hacia adelante.
6. Soltando el cerrojo: A medida que la cuerda del arco avanza, empuja el perno fuera de la pista y lo impulsa hacia el objetivo.
7. Impacto: El rayo viaja por el aire y alcanza el objetivo con una fuerza considerable. La energía almacenada en el arco se transfiere al proyectil y se concentra en la punta, lo que lo hace capaz de penetrar el blindaje o causar daños graves al objetivo.
Las ballestas eran comúnmente utilizadas durante la época medieval tanto por fuerzas militares como civiles. Eran armas eficaces contra oponentes fuertemente blindados y ofrecían mayor precisión y alcance en comparación con los arcos y las flechas. Las ballestas modernas todavía se utilizan hoy en día para la caza, el tiro al blanco y con fines recreativos, y han experimentado varios avances y mejoras en diseño y rendimiento.