Consideremos un objeto masivo, como un agujero negro en rotación o una estrella de neutrones. La rotación del objeto crea un campo gravitacional que arrastra el espacio-tiempo a su alrededor, lo que resulta en un movimiento giratorio del espacio-tiempo. Este efecto de arrastre es más pronunciado más cerca del objeto giratorio y disminuye a medida que uno se aleja.
Imagine una partícula colocada en este espacio-tiempo en rotación. Si la partícula está lo suficientemente lejos del objeto en rotación, los efectos del arrastre del cuadro serán mínimos y la partícula se moverá a lo largo de una trayectoria recta, como se espera en el espacio-tiempo plano. Sin embargo, a medida que la partícula se acerca al objeto en rotación, la influencia del arrastre del marco se vuelve más fuerte.
Debido a la curvatura del espacio-tiempo, la trayectoria de la partícula comienza a desviarse de una línea recta. El efecto de arrastre del espacio-tiempo giratorio hace que la partícula se mueva en una órbita circular alrededor del objeto giratorio, incluso sin aplicar ninguna fuerza externa. Este movimiento se asemeja al de un planeta que orbita alrededor de una estrella, pero en este caso, es el propio espacio-tiempo el que guía el camino de la partícula.
La fuerza del arrastre del marco depende de la masa y el momento angular del objeto en rotación, así como de la distancia al objeto. Para objetos extremadamente masivos y que giran rápidamente, el efecto de arrastre del marco puede ser significativo y las partículas pueden permanecer en órbitas circulares estables sin gastar energía.
Vale la pena señalar que el arrastre de fotogramas es un efecto relativista y su magnitud se vuelve más pronunciada a medida que los objetos se acercan a la velocidad de la luz. Para los objetos cotidianos y las velocidades que encontramos en nuestra vida diaria, los efectos de arrastre de fotograma son insignificantes. Sin embargo, en las proximidades de agujeros negros que giran rápidamente u otros entornos altamente relativistas, el arrastre de cuadros juega un papel crucial en la comprensión del comportamiento de las partículas y la dinámica del espacio-tiempo.