Pero sigue siendo incierto si el plan de la FAA se adoptará fuera de Estados Unidos. Algunos países ya han expresado su preocupación por la seguridad del 737 MAX y pueden dudar en permitirle volar nuevamente hasta que hayan realizado sus propias revisiones.
La Unión Europea, por ejemplo, ha dicho que sus propios reguladores de aviación tendrán que aprobar el avión antes de que se reanuden los vuelos en el espacio aéreo europeo. Canadá y China también han indicado que podrían realizar sus revisiones.
El plan de la FAA no tiene la última palabra sobre el asunto, y es probable que otros países tengan voz y voto sobre si se permite o no que el 737 MAX vuele en su espacio aéreo.
En resumen, el plan de la FAA para que el 737 MAX vuelva al servicio no necesariamente garantiza su regreso fuera de los Estados Unidos, ya que otros países pueden realizar sus propias evaluaciones y regulaciones antes de permitir que la aeronave vuele en su espacio aéreo.