Los investigadores han explicado los mecanismos detrás de un fenómeno contradictorio:hacer efectiva una transición de fase requiere menos energía si se inicia con dos pulsos de luz en lugar de solo uno. La energía necesaria para completar la transición de fase se ha reducido en un 6% y podría optimizarse aún más. Estos resultados tienen el potencial de transferirse a otros materiales, ofreciendo nuevas vías para un control preciso de los materiales y la innovación tecnológica.
Las transiciones de fase transforman físicamente las sustancias y cambian uniformemente sus propiedades. Un ejemplo típico es el agua hirviendo, que transforma el líquido en una fase gaseosa, lo que produce un cambio abrupto de volumen. Existen otras transiciones de fase con gran relevancia para las tecnologías, como el almacenamiento de datos en discos compactos o Blu-ray.
Durante un proceso de almacenamiento óptico de datos, los pulsos láser cambian la fase estructural del material de la superficie. Las marcas de grabación en los discos se crean derritiendo primero el material con el láser y luego enfriando rápidamente el material fundido por debajo de su temperatura de cristalización; el proceso cambia la reflectividad de las áreas fundidas. Esto se conoce como grabación de cambio de fase.
En los últimos años, la idea de utilizar no uno, sino múltiples pulsos láser para controlar las transiciones de fase ha captado la atención desde que se dio cuenta de que la luz podía impulsar las transiciones de manera coherente. Las transiciones de fase coherentes son interesantes porque cambian suavemente el material entre dos fases.
Sin embargo, un control coherente requiere una conexión tan fluida entre las estructuras cristalinas de dos fases y excluye muchas transiciones tecnológicamente relevantes, como las transiciones de cristal a amorfo en vidrios de calcogenuro para el almacenamiento de datos.
Un equipo de investigadores liderado por el Dr. Allan Johnson (IMDEA Nanociencia) ha demostrado una ruta alternativa e incoherente para el control de materiales que mejora la eficiencia energética de la transición de fase en un material de referencia, el óxido de vanadio (VO2 ). Descubrieron que la transición de fase entre las fases metálica y aislante cuando se activa mediante dos pulsos, en lugar de uno solo, puede requerir menos energía.
El material estudiado (óxido de vanadio) es un sistema prototípico para comprender las transiciones de fase en materiales cuánticos. Se encuentra entre los sistemas de ondas de densidad de carga (transformados por algunos modos de longitud de onda larga, lo que muestra coherencia) y las transiciones de fase amorfa cristalina (las distorsiones locales no correlacionadas impulsan la transición, lo que muestra desorden). A altas temperaturas el óxido de vanadio se encuentra en fase metálica (rutilo), pero por debajo de 60° se encuentra en fase aislante (monoclínica).
Más información: Allan S. Johnson et al, Siembra totalmente óptica de una transición de fase inducida por la luz con trastorno correlacionado, Nature Physics (2024). DOI:10.1038/s41567-024-02474-4
Información de la revista: Física de la Naturaleza
Proporcionado por IMDEA Nanociencia