Los fluidos que exhiben un comportamiento de escala se pueden encontrar en diversos fenómenos físicos que ocurren tanto en el laboratorio como en condiciones del mundo real. Por ejemplo, ocurren en el punto crítico cuando un líquido se convierte en vapor, en la fase de transición de superfluidos, y en la separación de fases de líquidos binarios cuyos componentes presentan dos tipos de comportamiento diferentes.
Hasta ahora, Los modelos no han tenido plenamente en cuenta el efecto de las turbulencias externas. En un estudio reciente publicado en EPJ B , Michal Hnatič de la Universidad de Šafárik en Košice, Eslovaquia y sus colegas investigan la influencia de las fluctuaciones de la velocidad turbulenta ambiental en los sistemas físicos cuando alcanzan un punto crítico. Se encuentra que estas fluctuaciones son el resultado de una falta de regularidad espacial en estos sistemas, o anisotropía, y de la compresibilidad de los fluidos. Lo único de este estudio es que la turbulencia introducida en el modelo es nueva y ayuda a dilucidar hasta qué punto la velocidad de estas fluctuaciones afecta su comportamiento de escala.
Los autores examinan el comportamiento crítico de los sistemas físicos, utilizando dos modelos distintos para hacerlo. El primero describe la dinámica crítica del sistema en equilibrio, mientras que el segundo representa la etapa en la que el sistema ya no está en equilibrio y adopta un comportamiento de escalado, denominado percolación dirigida, previamente utilizado para estudiar sistemas como la propagación de epidemias, incendios forestales y crecimiento demográfico. Para obtener una mejor comprensión del comportamiento crítico del sistema, los autores eligieron el difícil enfoque de integrar los efectos mutuos de la anisotropía y la compresibilidad a gran escala en su modelo; los modelos anteriores solo habían tenido en cuenta estos efectos por separado. Por lo tanto, identifican cuatro tipos de regímenes de escala que potencialmente se pueden observar a escala macroscópica para cada modelo. Para concluir, los autores muestran que es la anisotropía la que puede ser el factor clave que determina los diferentes tipos de comportamiento de escalamiento emergente.