Un avión totalmente eléctrico podría llevarlo por todo el mundo en los próximos años, gracias a los nuevos fondos de la NASA. Es parte de los esfuerzos de la administración para ayudar a reducir la enorme huella de carbono de los viajes aéreos.
Científicos de la Universidad de Illinois trabajarán en el proyecto, al que la NASA comprometió $ 6 millones durante tres años. Su objetivo es encontrar una manera de usar celdas de hidrógeno enfriadas criogénicamente para alimentar aviones.
A medida que el hidrógeno se vuelve más barato de usar, las celdas de combustible de hidrógeno están emergiendo rápidamente como la nueva fuente de energía limpia y caliente: los pasajeros ahora pueden viajar en un el tren impulsado por hidrógeno en Alemania, y también es una fuente de energía para los automóviles eléctricos.
Pero los trenes y los automóviles son más pequeños y, lo que es más importante, permanecen en el suelo. Los aviones necesitan más combustible, y debe ser lo suficientemente ligero como para permitir que el avión vuele. En su iteración actual, las células de hidrógeno pesan demasiado en un chorro. Pero el equipo de la Universidad de Illinois espera que puedan enfriar criogénicamente el hidrógeno para hacer que esas células sean lo suficientemente densas y eficientes como para alimentar un avión.
Ser ecológico no puede llegar lo suficientemente pronto
El momento de esto La financiación de la NASA no podría ser más crítica. Los viajes aéreos tienen una huella de carbono gigante, y solo se prevé que aumente. Un solo viaje entre Nueva York y California genera alrededor del 20 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero que producirá su automóvil durante todo un año.
No es solo la NASA la que se da cuenta de que necesitamos limpiar los cielos. Algunas de las últimas innovaciones de transporte parecen sacadas directamente de una película de ciencia ficción, como esta startup de taxi aéreo eléctrico que sale de Alemania. Lilium quiere crear una flota de pequeños aviones eléctricos, esencialmente autos voladores, que transporten pasajeros de aquí para allá, zumbando sobre esos primitivos autos terrestres.
Compañías como Boeing, JetBlue y Rolls Royce también han respaldado proyectos para llevar aviones eléctricos a los cielos, reconociendo que es el futuro de los viajes aéreos.
¿Pensé que la NASA era solo para cosas espaciales?
¡Pensaste mal! La primera "A" en la NASA significa aeronáutica, lo que significa que la administración trabaja en todo lo relacionado con volar por el aire. Pero la investigación que realiza la NASA para los viajes aéreos y espaciales es vasta, y sus equipos han trabajado durante décadas para producir materiales eficientes, duraderos e innovadores que puedan hacer frente a las demandas de los viajes por el espacio.
El resultado de toda esa investigación e innovación? Tenemos un montón de productos cotidianos para agradecerle a la NASA, incluidos los que aparentemente no tienen nada que ver con las naves espaciales. Todo, desde los buscadores de polvo hasta sus lentes sin rayones y el pequeño teléfono dentro de su cámara, tiene su origen en la investigación de la NASA. Entonces, incluso si este avión de celda de combustible de hidrógeno enfriado criogénicamente no funciona, esperamos que emerja algo más limpio y más verde de la investigación.