A los participantes en el estudio se les presentaron noticias de tres fuentes diferentes:una fuente de alta credibilidad (BBC), una fuente de baja credibilidad (Breitbart) y una fuente desconocida. La credibilidad de cada fuente se indicó con etiquetas codificadas por colores colocadas junto a las noticias.
Los resultados del estudio mostraron que proporcionar etiquetas de credibilidad impulsó a los participantes a considerar la confiabilidad de las fuentes de noticias, lo que llevó a un ligero aumento en el uso de la fuente de alta credibilidad. Sin embargo, se encontró que el efecto general era relativamente pequeño. La gran mayoría de los participantes todavía confiaba en sus preferencias y hábitos existentes al consumir noticias, incluso cuando se les presentaban etiquetas de credibilidad.
El estudio también investigó si las personas son más propensas a considerar la credibilidad de las fuentes de noticias cuando se sienten menos seguras de su capacidad para juzgar las noticias. Los resultados indicaron que la falta de alfabetización periodística influyó, ya que los participantes que se sentían menos seguros exhibían una mayor dependencia de las etiquetas de credibilidad. Sin embargo, esta confianza todavía era limitada y aquellos con mayor confianza no se vieron sustancialmente influenciados por las etiquetas.
En general, el estudio demuestra que las etiquetas de credibilidad pueden tener un pequeño impacto positivo en el consumo de noticias. Sin embargo, los resultados también sugieren que pueden no ser la forma más eficaz de combatir la difusión de información errónea, noticias falsas y otros desafíos que enfrenta el periodismo hoy en día.