Los niños comienzan a practicar y resolver problemas matemáticos en la escuela primaria. Aprender a resolver problemas verbales le enseña a su hijo a aplicar las matemáticas para resolver problemas en la vida cotidiana. Pero muchos estudiantes, incluso a nivel universitario, son intimidados por simples problemas de aplicación. El truco es sacar los números correctos del problema y usar las pistas escritas para establecer una ecuación matemática.
Enseñe a su hijo a interpretar el problema verbal. Por ejemplo, considere el problema: "Joe tiene dos manzanas. Bob tiene tres. Juntos, ¿cuántas manzanas tienen?" La palabra "juntos" sugiere que está combinando objetos, por lo que la operación es una suma. Debido a que la mayoría de las personas son aprendices visuales, también puede usar accesorios para ilustrar el problema. Use piedras, frijoles, monedas o manzanas reales para demostrarle cantidades a su hijo.
Haga que el niño memorice las definiciones matemáticas. Las matemáticas tienen un vocabulario propio. Cuando su hijo se encuentre con términos como "suma", "diferencia" y "cociente", pídale que circule esos términos y asegúrese de que sepa qué funciones son necesarias para resolver el problema. Además, enséñale sinónimos comunes para los términos matemáticos. Por ejemplo, si ve la palabra "rendimiento" en un problema de palabra, eso se traduce en un signo igual. Y "total de" o "aumentado por" sugiere una adición.
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Hágale preguntas al niño para que entienda cuál es el problema que está pidiendo. Repita el problema de diferentes maneras, tantas veces como sea necesario, hasta que su hijo entienda lo que el problema está preguntando. Pídale a su hijo que subraye la parte de la palabra problema que plantea una pregunta y, si es necesario, pídale que vuelva a escribirla con sus propias palabras.
Enseñe a su hijo a diferenciar entre información crítica y superflua. Por ejemplo, considere este problema: "Jim tiene 7 años. Robin es 2 años mayor que Jim. Sam tiene 2 años menos que Jim. ¿Qué edad tiene Robin?" Hay tres números en este problema, uno de los cuales no es necesario. Pídale a su hijo que tache información que no es necesaria para resolver el problema. Esto ayudará a minimizar la confusión. En el ejemplo, la pregunta es sobre la edad de Robin, por lo que la información sobre Sam es superflua.
Determine qué función aritmética se necesita para resolver el problema. En el problema anterior, si Jim tiene 7 años y Robin tiene 2 años más, sumarías 2 a 7 años. La palabra "más viejo" sugiere un número mayor, por lo que la operación es una suma. Escribirías, "2 + 7 = 9."