Luz abundante:
* Las selvas tropicales tienen un dosel denso, bloqueando la luz del sol para llegar al suelo del bosque. Las epifitas crecen en el dosel, donde tienen acceso a mucha luz solar.
Alta humedad:
* Las selvas tropicales son increíblemente húmedas, proporcionando la humedad constante que las epifitas necesitan para sobrevivir. Absorben el agua directamente del aire a través de sus hojas.
Temperatura estable:
* Las selvas tropicales tienen temperaturas relativamente estables durante todo el año, lo cual es ideal para epífitas que son sensibles a las fluctuaciones de temperatura.
Disponibilidad de nutrientes:
* Aunque las epifitas no toman nutrientes de su huésped, recolectan nutrientes del agua de lluvia, la materia orgánica en descomposición y el polvo que se acumula en el dosel.
Reducción de la competencia:
* Al crecer por encima del suelo, las epífitas evitan la competencia con otras plantas para recursos como la luz solar y los nutrientes.
Adaptaciones únicas:
* Las epifitas tienen adaptaciones específicas para sobrevivir en el entorno de la selva tropical. Tienen raíces especializadas que los ayudan a absorber agua y nutrientes del aire, y sus hojas son a menudo gruesas y cerosas para evitar la pérdida de agua.
Ejemplos:
* Las orquídeas, las bromelias, los helechos y los musgos son algunos ejemplos comunes de epífitas que se encuentran en las selvas tropicales.
En resumen, las epifitas se adaptan perfectamente a las condiciones únicas de las selvas tropicales, lo que les permite prosperar en este entorno diverso y desafiante.