1. Diversidad de especies: Una selva tropical repleta de miles de especies diferentes de plantas, animales, insectos y hongos. Esta alta diversidad de especies es lo que hace que la selva tropical sea uno de los ecosistemas más biodiversos de la tierra.
2. Diversidad genética: Las muchas variedades de arroz cultivadas en Asia. Cada variedad posee genes únicos que confieren resistencia a plagas o enfermedades específicas, o proporcionan diferentes sabores y contenido nutricional. Esta diversidad genética es crucial para garantizar la seguridad alimentaria en un clima cambiante.
3. Diversidad del ecosistema: Los paisajes contrastantes del suroeste estadounidense, con desiertos, montañas y áreas ribereñas. Cada ecosistema alberga distintas comunidades de plantas y animales adaptadas a condiciones ambientales específicas. Esta diversa gama de ecosistemas contribuye a la estabilidad y la resistencia general de la región.