1. El clima cambiante :Las condiciones climáticas en el segundo acto sufren cambios repentinos, reflejando la intensidad y volatilidad de las emociones experimentadas por los personajes. El acto comienza con una mañana luminosa y soleada, preparando el escenario para el esperanzador encuentro entre Romeo y Julieta en la celda de Fray Lorenzo. Sin embargo, a medida que la tensión aumenta y su amor enfrenta obstáculos, el clima se convierte en lluvia y tormenta. Este cambio en la atmósfera transmite la sensación de conflicto inminente y agitación emocional que se avecina.
2. La presencia de ruiseñores :Shakespeare utiliza la presencia de ruiseñores para simbolizar la paradójica mezcla de belleza y tragedia en la obra. Cuando Romeo y Julieta se encuentran por primera vez en el baile de los Capuleto, se menciona la canción del ruiseñor como telón de fondo de su encuentro. La dulce y melancólica melodía del ruiseñor se convierte en un motivo recurrente a lo largo de la obra, representando el agridulce de su amor y la inevitable tragedia que les espera. El canto del ruiseñor puede verse como la triste respuesta de la naturaleza al desafortunado romance entre Romeo y Julieta.
Estos detalles demuestran cómo Shakespeare utiliza la naturaleza como un dispositivo para reflejar y mejorar los estados emocionales y los momentos cruciales experimentados por los personajes del segundo acto. El clima cambiante y la presencia simbólica del ruiseñor establecen una conexión entre el mundo natural y el drama humano que se desarrolla en Verona.