- Fragmentación de las poblaciones de ciervos, lo que lleva al aislamiento genético y a la especiación.
- Alterar la disponibilidad de alimentos y la vegetación, obligando a los ciervos a adaptarse a nuevas dietas y hábitats.
- Crear barreras al movimiento, impidiendo que los ciervos migren a entornos más favorables.
- Cambia el clima, influyendo en el tamaño del cuerpo, el grosor del pelaje y el color del pelaje.
Las especies de ciervos que evolucionaron en respuesta a la influencia glacial incluyen :
- Ciervo almizclero (_Moschus chrysogaster_). Estos pequeños y solitarios ciervos se encuentran en las regiones montañosas de Asia Central. Están adaptados a climas fríos, con pelaje grueso y grandes pezuñas que les ayudan a desplazarse por terrenos nevados.
- Ciervo copetudo (_Elaphodus cephalophus_). Estos ciervos son originarios de China y Taiwán. Tienen mechones de pelo en la frente y están bien adaptados a vivir en bosques y laderas de montañas.
- Venado cola blanca (_Odocoileus virginianus_). Estos ciervos se encuentran en toda América del Norte y son conocidos por sus distintivas colas blancas. Pueden prosperar en una variedad de hábitats, desde bosques hasta pastizales y desiertos.
- Ciervo bura (_Odocoileus hemionus_). El venado bura se encuentra en el oeste de América del Norte y es similar al venado de cola blanca pero tiene orejas y astas más grandes. Son conocidos por sus duros cascos, que les permiten navegar por terrenos accidentados.
La influencia de los glaciares en la evolución de los ciervos pone de relieve la interacción dinámica entre los cambios ambientales y la adaptación de las especies. Demuestra cómo los procesos geológicos pueden dar forma a la distribución, la biodiversidad y las características de diferentes especies a lo largo del tiempo.