* Sentimos una sensación de autonomía y control. Cuando tomamos nuestras propias decisiones, sentimos que tenemos el control de nuestras propias vidas y que otros no nos controlan. Este sentido de autonomía es importante para nuestro bienestar psicológico y puede conducir a mayores sentimientos de satisfacción y felicidad.
* Es más probable que estemos motivados para lograr nuestros objetivos. Cuando fijamos nuestras propias metas y tomamos nuestras propias decisiones sobre cómo alcanzarlas, es más probable que estemos motivados para seguir adelante y realmente alcanzarlas. Esto se debe a que sentimos que somos dueños de nuestros objetivos y estamos más involucrados en el proceso de alcanzarlos.
* Experimentamos una mayor sensación de logro. Cuando logramos nuestras metas, sentimos una sensación de logro y orgullo por lo que hemos logrado. Esta sensación de logro suele ser mayor cuando hemos tomado nuestras propias decisiones y nos hemos esforzado por alcanzar nuestras metas.
* Aprendemos de nuestros errores. Cuando tomamos nuestras propias decisiones, a veces cometemos errores. Sin embargo, estos errores también pueden ser oportunidades de aprendizaje que nos ayuden a crecer y desarrollarnos. Cuando aprendemos de nuestros errores, es más probable que tomemos mejores decisiones en el futuro.
En resumen, tomar nuestras propias decisiones es más satisfactorio cuando el objetivo es el placer porque nos da una sensación de autonomía, control y logro. También nos ayuda a aprender de nuestros errores y a crecer como personas.