- Metales pesados: Las plantas de marihuana pueden absorber metales pesados del suelo en el que crecen, como plomo, mercurio y arsénico.
- Pesticidas: Las plantas de marihuana se pueden tratar con pesticidas para matar insectos y otras plagas, y algunos de estos pesticidas pueden permanecer en la planta después de haber sido cosechada.
- Molde: Las plantas de marihuana pueden contaminarse con moho si no se secan y curan adecuadamente. El moho puede producir toxinas que pueden causar problemas de salud si se inhalan.
- Bacterias: Las plantas de marihuana también pueden estar contaminadas con bacterias, como E. coli y salmonella. Estas bacterias pueden causar intoxicación alimentaria si se ingieren.
- Otros materiales vegetales: La marihuana también puede contener otros materiales vegetales, como ramitas, hojas y semillas. Estos materiales pueden hacer que la marihuana sea menos potente y también pueden irritar los pulmones si se inhalan.
Además, la marihuana también puede contener otras sustancias que hayan sido añadidas intencionadamente, como por ejemplo:
- Cannabinoides sintéticos: Los cannabinoides sintéticos son sustancias químicas artificiales que imitan los efectos del THC, el ingrediente activo de la marihuana. Estos químicos pueden ser más potentes que el THC y causar una serie de problemas de salud graves, como ansiedad, paranoia, convulsiones y la muerte.
- Adulterantes: Los adulterantes son sustancias que se añaden a la marihuana para aumentar su peso o potencia. Algunos adulterantes comunes incluyen el azúcar, la harina e incluso el veneno para ratas.
Es importante ser consciente de los riesgos potenciales asociados con el consumo de marihuana. Si le preocupa lo que pueda haber en su marihuana, debe hablar con su médico o un proveedor de atención médica calificado.