* Requieren mucha agua, fertilizantes y pesticidas.
* Contribuyen a la contaminación del aire al emitir sustancias químicas nocivas.
* Proporcionan poco hábitat para la vida silvestre.
Además, el césped suele verse como un símbolo de riqueza y estatus, lo que puede provocar desigualdad social.
* Las personas que viven en barrios con mucho césped pueden tener más probabilidades de experimentar sentimientos de envidia y resentimiento.
* Esto puede conducir a conflictos y tensiones sociales.
Por todas estas razones, los expertos dicen que el césped debería ser cosa del pasado.
Existen muchas alternativas al césped que son más respetuosas con el medio ambiente y socialmente justas.
* Estas alternativas incluyen jardines de plantas nativas, jardines de lluvia y jardines de alimentos.
* Al reemplazar nuestro césped con estas alternativas, podemos crear comunidades más saludables y un futuro más sostenible.