Una revisión detallada de relatos de testigos presenciales, datos de sonar y registros históricos realizada por un equipo de paleontólogos y criptozoólogos reveló inconsistencias en la representación tradicional de Bessie como un monstruo alargado parecido a una anguila.
En cambio, la evidencia apunta a una criatura con una constitución más robusta. Una teoría postula que Bessie podría haber sido un esturión enorme, un tipo de pez que se sabe que habita en los Grandes Lagos y que posee una forma corporal que se ajusta a las descripciones más robustas. Algunas especies de esturión pueden crecer hasta alcanzar tamaños impresionantes, lo que coincide con los informes sobre las grandes dimensiones de Bessie.
Además, el estudio destaca varios casos en los que los objetos alargados detectados en el lago Erie fueron posteriormente identificados como fenómenos naturales. Madera flotante, peces grandes o incluso burbujas de gas natural que suben a la superficie podrían haber sido identificados erróneamente como una criatura alargada y ondulante que se mueve en el agua.
Esta comprensión revisada de Bessie ha despertado el interés entre criptozoólogos y científicos. Exámenes adicionales del lago Erie, utilizando sonares avanzados, drones submarinos y análisis genéticos, podrían proporcionar información adicional sobre los misterios que rodean a este esquivo habitante del lago. Hasta entonces, la fascinación por Bessie continúa tejiendo un encanto cautivador que atrae a aventureros y soñadores a las orillas del lago Erie.