Pérdida de hábitat es la mayor amenaza para las aves. A medida que las poblaciones humanas crecen, nos apropiamos cada vez más de su hábitat natural. Esto puede obligar a las aves a vivir en áreas que no son adecuadas para ellas, donde es posible que no tengan acceso a comida o refugio. Por ejemplo, la destrucción de los humedales ha provocado una disminución de las poblaciones de aves acuáticas, como patos y gansos.
Cambio climático También está teniendo un impacto negativo en las poblaciones de aves. El aumento de las temperaturas está provocando que las aves desplacen sus áreas de distribución hacia el norte, y muchas especies tienen dificultades para adaptarse al clima cambiante. Por ejemplo, algunas especies de reinitas ya no pueden encontrar un hábitat natural en el norte de los Estados Unidos y, como resultado, sus poblaciones están disminuyendo.
Contaminación es otra gran amenaza para las aves. Muchas aves se envenenan con pesticidas y otros productos químicos que se utilizan en la agricultura y la industria. Otros mueren a causa de derrames de petróleo y otras formas de contaminación. Por ejemplo, el derrame de petróleo de Deepwater Horizon en el Golfo de México mató aproximadamente a 1 millón de aves.
Otros factores Entre los factores que están contribuyendo a la disminución de las poblaciones de aves se incluyen los cambios en la disponibilidad de alimentos, la caza y la propagación de enfermedades.
La disminución de las poblaciones de aves es un problema grave. Las aves desempeñan un papel importante en el ecosistema y su pérdida puede tener un efecto dominó en otras especies. Por ejemplo, la disminución del número de aves que se alimentan de insectos puede provocar un aumento de las poblaciones de insectos, lo que puede dañar los cultivos y propagar enfermedades.