Existen varias tecnologías y métodos diferentes de eliminación de carbono, cada uno con sus ventajas y desventajas. Algunas de las tecnologías de eliminación de carbono más prometedoras incluyen:
* Bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS): Esta tecnología implica quemar biomasa (como madera o cultivos) y capturar las emisiones de CO₂ del proceso de combustión. Luego, el CO₂ se almacena bajo tierra en formaciones geológicas.
* Captura directa de aire (DAC): Esta tecnología consiste en capturar CO₂ directamente de la atmósfera. Las plantas DAC utilizan una variedad de métodos para separar el CO₂ del aire, incluido el uso de solventes químicos, membranas o adsorbentes. Luego, el CO₂ se almacena bajo tierra o se utiliza para otros fines.
* Meteorización mejorada: Esta tecnología implica acelerar el proceso natural de meteorización, que es la descomposición de las rocas y la liberación de minerales. Se puede lograr una mejor erosión esparciendo roca triturada en la tierra o agregando minerales a los cuerpos de agua. Los minerales de las rocas o del agua reaccionan con el CO₂ de la atmósfera, formando nuevos minerales que almacenan el CO₂.
* Aforestación y reforestación: Esta tecnología implica plantar árboles en tierras que actualmente no están cubiertas de bosques. Los árboles absorben CO₂ de la atmósfera y lo almacenan en sus troncos, ramas y hojas.
La UE ya está tomando medidas para apoyar la eliminación de carbono. En 2018, la UE lanzó la Directiva sobre captura y almacenamiento de carbono (CAC), que establece un marco para el desarrollo y la implementación de tecnologías CAC. La UE también está invirtiendo en investigación y desarrollo de tecnologías de eliminación de carbono a través de su programa Horizonte 2020.
La eliminación de carbono tiene el potencial de desempeñar un papel importante en el apoyo a los objetivos climáticos de la UE. Sin embargo, es importante señalar que la eliminación de carbono no sustituye a la reducción de emisiones. Para lograr un objetivo neto cero, la UE necesita reducir sus emisiones tanto como sea posible, y la eliminación de carbono debe utilizarse únicamente para compensar las emisiones restantes.
A continuación se ofrece una descripción más detallada de cómo la eliminación de carbono encaja en la arquitectura de la política climática de la UE:
* El Sistema de Comercio de Emisiones de la UE (ETS): El RCDE es la principal herramienta de la UE para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la industria, la generación de energía y la aviación. El ETS pone un precio a las emisiones de carbono, lo que anima a las empresas a reducir sus emisiones o invertir en tecnologías de eliminación de carbono.
* La Directiva de Energías Renovables de la UE (RED): La RED establece objetivos para la proporción de energías renovables en la combinación energética de la UE. Las fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica, no producen emisiones de CO₂, por lo que pueden ayudar a reducir las emisiones totales de la UE.
* La Directiva de Eficiencia Energética de la UE (EED): La DEE establece objetivos para mejorar la eficiencia energética en la UE. Las medidas de eficiencia energética pueden ayudar a reducir la demanda energética general de la UE, lo que también puede ayudar a reducir las emisiones de CO₂.
* Reglamento de la UE sobre uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura (LULUCF): El Reglamento UTCUTS establece normas para contabilizar las emisiones y absorciones de CO₂ procedentes de actividades de uso de la tierra. Este reglamento puede ayudar a garantizar que las actividades de eliminación de carbono se tengan en cuenta en los objetivos climáticos de la UE.
La eliminación de carbono es una tecnología prometedora que puede desempeñar un papel importante en el apoyo a los objetivos climáticos de la UE. Al invertir en investigación y desarrollo de eliminación de carbono y crear políticas propicias, la UE puede ayudar a acelerar el desarrollo y la implementación de tecnologías de eliminación de carbono y hacer una contribución significativa para lograr un objetivo neto cero para 2050.