Existen numerosos ejemplos en los que especies invasoras han causado extinciones directa o indirectamente. Un caso bien conocido es la introducción de la serpiente arborícola parda (Boiga irregularis) en Guam, que provocó la extinción de varias especies de aves nativas. La serpiente arborícola parda es un depredador arbóreo que se alimenta de aves, huevos y polluelos, y su introducción en Guam, donde no tenía depredadores naturales, provocó el rápido declive y eventual extinción de varias especies de aves, incluida la serpiente de Guam (Rallus owstoni). ) y el papamoscas de Guam (Myiagra freycineti).
En las islas hawaianas, la introducción de ratas y mangostas no nativas ha contribuido significativamente al declive y extinción de numerosas especies de aves y plantas nativas. Las ratas y las mangostas se alimentan de huevos, polluelos y semillas de plantas de aves nativas, y han desempeñado un papel importante en la extinción de especies como el cuervo hawaiano (Corvus hawaiiensis), el ʻōʻō (Moho nobilis) y la foca monje hawaiana (Neomonachus). schauinslandi).
Las especies de plantas invasoras también pueden causar extinciones al competir con especies nativas por los recursos y alterar la estructura del hábitat. Por ejemplo, la introducción de la caña común (Phragmites australis) en los humedales de América del Norte ha provocado la disminución y extinción local de varias especies de plantas nativas, incluida la espadaña de las marismas (Scirpus maritimus) y el heliotropo costero (Heliotropium curassavicum).
La introducción de enfermedades y parásitos exóticos por parte de especies invasoras también puede tener efectos devastadores en las poblaciones de especies nativas. Por ejemplo, la introducción de la enfermedad fúngica quitridiomicosis por parte de las ranas toro invasoras (Lithobates catesbeianus) ha sido implicada en el declive y extinción de varias especies de anfibios en todo el mundo.
Estos ejemplos resaltan el impacto significativo que las especies invasoras pueden tener en las especies y ecosistemas nativos, y su papel en causar extinciones. Prevenir la introducción de nuevas especies invasoras y gestionar las poblaciones de especies invasoras existentes son fundamentales para conservar la biodiversidad y proteger a las especies nativas de la extinción.