Nuestro mundo puede parecer frágil, pero la Tierra existe desde hace mucho tiempo. Si nos adentráramos en el pasado, ¿llegaríamos a un momento en el que pareciera fundamentalmente diferente?
La respuesta se encuentra en algunas de las primeras reliquias extensas de la superficie de la Tierra, encontradas en un rincón remoto del alto nivel del sur de África, una región conocida por los geólogos como el Cinturón de Piedras Verdes de Barberton.
Las formaciones geológicas de esta región han resultado difíciles de descifrar, a pesar de muchos intentos. Pero nuestra nueva investigación ha demostrado que la clave para descifrar este código reside en rocas geológicamente jóvenes depositadas en el fondo marino del Océano Pacífico frente a la costa de Nueva Zelanda.
Esto ha abierto una nueva perspectiva sobre cómo era nuestro planeta cuando aún era joven.
Nuestro trabajo comenzó con un mapa geológico nuevo y detallado (elaborado por Cornel de Ronde) de parte del cinturón de piedras verdes de Barberton. Esto ha revelado un fragmento del antiguo fondo marino profundo, creado hace unos 3.300 millones de años.
Sin embargo, había algo muy extraño en este fondo marino, y fue necesario nuestro estudio de las rocas depositadas en Nueva Zelanda, en el otro extremo de la larga historia de la Tierra, para darle sentido.
Argumentamos que la visión generalizada de que la Tierra primitiva era un lugar más caliente, libre de terremotos y con una superficie tan débil que era incapaz de formar placas rígidas es errónea.
En cambio, la joven Tierra fue sacudida continuamente por grandes terremotos, desencadenados cuando una placa tectónica se deslizó debajo de otra en una zona de subducción como parte de la tectónica de placas, tal como sucede en Nueva Zelanda en la actualidad.
A los geólogos les ha resultado difícil durante mucho tiempo interpretar las rocas antiguas del cinturón de piedras verdes de Barberton.
Las capas que se formaron en tierra o en aguas poco profundas (por ejemplo, hermosos cristales de barita que se habían cristalizado como evaporitas o restos de charcos de lodo burbujeante) se encuentran sobre rocas que se acumularon en las profundidades del fondo marino. Bloques de roca volcánica, pedernal, arenisca y conglomerados se encuentran revueltos y revueltos.
Nos dimos cuenta de que este mapa se parecía notablemente a un mapa geológico (de Simon Lamb) elaborado tras deslizamientos de tierra submarinos mucho más recientes. Estos fueron provocados por grandes terremotos a lo largo de la falla más grande de Nueva Zelanda, el megaempuje en la zona de subducción de Hikurangi.
El lecho de roca está formado por una mezcla de rocas sedimentarias, originalmente depositadas en el fondo marino frente a la costa de Nueva Zelanda hace unos 20 millones de años. Esta región se encuentra en los bordes de la profunda fosa oceánica, donde la placa tectónica del Pacífico se desliza hacia abajo en una zona de subducción que provoca frecuentes grandes terremotos.
Más información: Simon Lamb et al, Deslizamientos de tierra submarinos a gran escala en el cinturón de piedras verdes de Barberton, África meridional:evidencia de subducción y grandes terremotos en el Paleoarqueano, Geología (2024). DOI:10.1130/G51997.1
Información de la revista: Geología
Proporcionado por The Conversation
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