Fukushima es ahora conocida por el desastre nuclear que tuvo lugar en marzo de 2011, el segundo peor de su tipo después de la catástrofe de Chernobyl de 1986. Un tsunami provocado por un terremoto frente a la costa japonesa dañó los generadores de respaldo de la planta nuclear de Fukushima, lo que provocó el fallo de los sistemas de refrigeración de los reactores. El calor residual fundió parcialmente algunas barras de combustible en tres reactores, provocando la liberación de radiación nuclear. Una serie de explosiones dañaron aún más los edificios de contención y liberaron radiación adicional al área circundante, lo que obligó a un radio de evacuación de 30 km.
Si bien los esfuerzos para enfriar los reactores y evitar nuevas explosiones tuvieron cierto éxito mediante el transporte de agua desde helicópteros y el uso de cañones montados en camiones, posteriormente se descubrió que la radiación había entrado en los océanos (~3,5 petabecquerelios de agua contaminada), así como en los alimentos locales. y suministros de agua. Hubo que esperar hasta diciembre de 2011 para que la planta nuclear finalmente se considerara estable, pero transcurrieron seis años más antes de que se levantaran todas las órdenes de evacuación.
Los impactos duraderos del evento son fuente de investigación continua, con una nueva investigación publicada en Frontiers in Marine Science , explorando el movimiento y la residencia de los trazadores derivados de Fukushima en el Pacífico Norte.
Sang-Yeob Kim, investigador principal del Instituto de Ciencia y Tecnología Oceánicas de Corea, y sus colegas modelaron las rutas subsuperficiales y la variabilidad interanual de los trazadores durante un período de reanálisis oceánico de 22 años (que comenzó antes del evento nuclear para comparar) a medida que se subducen con el agua en modo subtropical del Pacífico Norte durante las estaciones más frías.
Esta masa de agua de ~250 m de espesor tiene una densidad mayor de ~26,9 kg/m 3 y temperatura promedio de 18 °C. Es un importante almacén de carbono, oxígeno, nutrientes y calor de la Tierra, siendo verticalmente homogéneo para transportar estas variables desde la superficie al océano subterráneo.
En el año posterior al evento, las mediciones de observación de isótopos radiactivos de cesio registraron 6 petabecquerelios de 134 Cs en el agua en modo subtropical del Pacífico Norte a una profundidad de 300 m.
Más información: Sang-Yeob Kim et al, Un estudio sobre las vías y su variabilidad interanual de los trazadores derivados de Fukushima en el noroeste del Pacífico, Frontiers in Marine Science (2024). DOI:10.3389/fmars.2024.1358032
Información de la revista: Fronteras de las ciencias marinas
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