Espesas nubes de polvo traídas desde el Sahara cubrieron una vez más los cielos griegos el lunes, especialmente Atenas y Tesalónica, con temperaturas que alcanzaron los 31°C (88°F).
Las tormentas de polvo que ya afectaron a Grecia la semana pasada, así como a regiones como Suiza y el sur de Francia, dificultaron la respiración de muchas personas.
El lunes se pronosticó una máxima de 26°C en la capital, Atenas, que la estación de televisión pública ERT describió como condiciones más parecidas a las de mayo.
Se espera que los termómetros en el sur del Peleponeso y en la isla de Eubea, cerca de Atenas, alcancen los 31°C el lunes.
Los enfermos de asma y otras personas vulnerables "deberían evitar el ejercicio al aire libre y el trabajo manual extenuante", dijo a ERT Stamatoula Tsikrikas, presidenta del Sindicato Griego de Neumólogos.
El sindicato advirtió que el polvo podría mezclarse con polen, bacterias y hongos, dando como resultado "una mezcla altamente tóxica y peligrosa para el cuerpo humano".
El profesor de neumología Thodoris Vasilakopoulos recomendó en el canal de televisión ANT1 que las personas vulnerables utilicen mascarillas y gafas de sol.
Según los medios locales, las espesas nubes provocaron varios retrasos en los vuelos en Salónica.
Los meteorólogos dicen que las temperaturas deberían empezar a bajar a partir del miércoles.
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