Bionics, también conocidos como implantes biomédicos, son adiciones artificiales al cuerpo humano. En la mayoría de los casos, estas adiciones están destinadas a imitar la función de una parte del cuerpo no funcional, como una extremidad o un ojo. Algunos biónicos, como las extremidades artificiales, han existido de una forma u otra durante siglos. Las innovaciones más recientes, como los implantes cocleares, siguen encontrando su lugar en la sociedad. A pesar de sus aspectos positivos, la biónica puede tener algunos efectos sociales negativos.
Preocupaciones éticas y estéticas
La biónica en general tiene un estatus ambiguo en la sociedad. El concepto de partes artificiales del cuerpo está estrechamente relacionado con la definición de humanidad. Algunos grupos religiosos y sociedades creen que la biónica es impura o pecaminosa, lo que puede verse reflejado en la forma en que tratan a las personas con biónica. Algunos implantes biomédicos, como los implantes cocleares, son mucho más efectivos cuando se implantan en bebés que en adultos. Esto plantea la pregunta de si una persona puede tomar una decisión que le cambie la vida como un implante biónico.
Expectativas sociales infladas
La mayoría de los biónicos aún no están en la etapa de restaurar la función completa a extremidades o sentidos discapacitados. Sin embargo, la percepción pública de la biónica a menudo los acredita con una mayor efectividad que la que tienen. Una persona discapacitada que recibe una mano biónica o un implante coclear aún puede estar operando a un nivel de efectividad mucho más bajo que alguien con un equivalente de carne y hueso. La percepción de que se han curado por completo de su aflicción puede hacer que sea más difícil obtener la ayuda y la comprensión que aún necesitan.
Transhumanismo
Mientras que la biónica aún lucha para imitar a la humana natural habilidades en la mayoría de los casos, hay algunos ejemplos de tecnologías biónicas existentes, que superan las capacidades humanas normales, con más en el horizonte. Un corredor con dos piernas artificiales fue expulsado de los Juegos Olímpicos de verano de 2008, después de que un estudio científico demostró que le daban una ventaja injusta. Esto plantea la cuestión del transhumanismo, el uso de la biónica para aumentar las capacidades naturales de los humanos sanos. Esto plantea la cuestión de la ética a un nivel más alto y controvertido, y afecta a muchas tecnologías biónicas que se están desarrollando en la actualidad.
Dividendos económicos
La biónica suele ser un ejemplo costoso de tecnología avanzada. Las manos artificiales pueden ir desde un simple gancho metálico hasta una mano mecánica completamente articulada conectada al sistema nervioso del usuario. El agudo contraste en costo y función entre estos dos ejemplos demuestra el tamaño de la división económica en biónica. Al ofrecer la posibilidad de reparar las discapacidades a un gran costo, la biónica amenaza con profundizar la brecha entre los ricos y los pobres en términos de calidad de vida.