Moscú, la capital de Rusia, es también la ciudad más poblada de la nación. Sin embargo, simplemente porque es un centro urbano con una gran población no significa que la ciudad y el área inmediata carezcan de naturaleza y vida silvestre. La región de Moscú se encuentra en una zona de bosques mixtos, lo que significa que es rica en flora y fauna, especialmente a medida que uno se aleja de las zonas más densas de la ciudad y entra en los suburbios y las zonas rurales que rodean la capital.
Area Vegetation
La posición de Moscú en el centro del país significa que se encuentra entre los ecosistemas que existen en el norte y el sur de Rusia. La ciudad y su región circundante caen en una banda de bosque mixto de aproximadamente 500 kilómetros de ancho. Esto significa que el abedul de hoja ancha y otros árboles de hoja caduca de clima más cálido se mezclan con la vegetación de la taiga, incluidos los pinos, abetos y abetos del norte, que dominan en el norte hasta la tundra estéril. Sauces y alerces también crecen en abundancia en los alrededores de Moscú.
Regional Wildlife
Al igual que cualquier ciudad grande, el centro de Moscú no tiene muchos animales grandes, pero el Parque Nacional Nacional Elk Island se encuentra justo en el límite de la ciudad y sus suburbios del noroeste, lo que significa que la vida silvestre se desarrolla cerca de la capital. Más de 200 especies de animales tienen su hogar en el parque, incluyendo jabalíes, morsas y corzos y alces, junto con castores y nutrias que viven en los cursos de agua de la zona. Las aves de la zona incluyen perdices, faisanes y garcetas.
Alexeev Copse del parque también es hogar de pinos y abetos de 200 años de antigüedad desde hace 170 años. El ochenta y cinco por ciento del área está cubierta de bosques.
Asuntos ambientales
Las plantas y los animales de Moscú dependen de un medio ambiente saludable. Naturalmente, dado el estatus de Moscú como potencia política y económica, la población de la ciudad está creciendo, lo que significa una mayor población que empuja a las áreas circundantes y una mayor actividad industrial, que pueden tener un efecto negativo en el medio ambiente y las especies que viven dentro eso. Sin embargo, el gobierno está haciendo esfuerzos para proteger sus recursos naturales. Aproximadamente 17,700 hectáreas del territorio de Moscú gozan de protección especial, y la ciudad espera aumentar esa cantidad a 24,800 hectáreas, o un total del 20% de su superficie total, para el año 2020.
Aumentar la conciencia pública y la responsabilidad corporativa, incluyendo tecnologías más ecológicas, también son señales alentadoras. Aún así, la disminución de la regulación gubernamental es una preocupación, mientras que la creciente demanda de tierras y recursos naturales significa que el futuro de los hábitats naturales, la flora y la fauna de Moscú sigue en discusión.