Las actividades de ciencias ambientales, ya sea que se realicen en la escuela o en el hogar, son una excelente forma de involucrar a los niños. Las actividades de ciencias ambientales son divertidas y educativas. Las lecciones que los niños pueden aprender sobre el medioambiente y nuestro impacto pueden ser muy poderosas cuando se demuestran con proyectos prácticos.
Haga Compost
Hacer compost no es solo una excelente manera de reciclar su sobras y provisión de rico material orgánico para su jardín, pero también es una gran manera de enseñarles a los niños sobre cómo las cosas se descomponen en la tierra.
Compre un contenedor de compost, o deje que hacer un cubo sea parte del proyecto. Llene la bandeja con hojas secas, recortes de césped, cáscaras de verduras, periódicos y otros materiales que se descomponen fácilmente. Los niños pueden observar a lo largo del tiempo cómo se descomponen las cosas.
Por el contrario, llene otro recipiente con cosas como envolturas de plástico, pañales desechables que no se usan, bandas elásticas y sujetapapeles. Haga que los niños comparen el desglose de los materiales orgánicos con los materiales no orgánicos y discuta cómo esto podría afectar la tierra en un vertedero.
Este es un proyecto a largo plazo para que los estudiantes de primaria los ayuden a observar y comprender cómo la tierra puede reciclar la materia orgánica, y la importancia de que los humanos reciclen materia no orgánica.
Haz un Biodome
Los estudiantes finales de escuela primaria y secundaria disfrutarán creando su propio biodoma , y aprenderán mucho de observarlo durante meses. Un biodome también se puede utilizar para un proyecto de feria de ciencias para ilustrar el ciclo del agua.
El requisito principal es un recipiente de vidrio o de plástico transparente, como una botella de refresco o una pecera. Coloque una capa de grava en la parte inferior, luego agregue tierra para macetas y plantas. Agregue suficiente agua para humedecer el suelo y cubra todo el recipiente con fuerza. Use pegamento, envoltura de plástico o cinta adhesiva para sellar los lados de la cubierta para asegurarse de que sea hermética. El agua atrapada en el interior se evaporará continuamente y volverá a llover sobre las plantas del biodoma, de modo que el pequeño ecosistema pueda sostenerse por sí mismo.
Buscar lluvia ácida
Estudiantes de escuela media y secundaria disfruta de la parte investigativa de la ciencia. Pueden convertirse en detectives de la naturaleza en su propia área local y controlar la lluvia ácida. La actividad comienza con la recolección y el etiquetado de muestras de agua y suelo de la ciudad.
Las muestras aleatorias se pueden almacenar en bolsitas o frascos de comida para bebés esterilizados, con la ubicación claramente marcada en ellas. Los niños pueden comparar datos, utilizando tiras de prueba de pH para líquido vendido en farmacias o kits de pruebas de suelo disponibles en centros de jardinería, y analizar si la lluvia ácida es un problema en el área.
Estudiar un ecosistema
Un estudio a largo plazo de un ecosistema natural puede ser tan simple o profundo como usted desee, y puede diseñarse a medida para cualquier grupo de edad. Elija un lugar seguro con sus hijos, como un estanque, un pantano, un jardín, un bosque o una reserva natural, y traiga a los niños allí para visitar al menos un día a la semana durante algunos meses.
Los niños pueden mantener un diario de campo en el que guardan notas de sus observaciones. Una buena guía de campo les ayudará a identificar las plantas, insectos, pájaros y animales que podrían habitar en el ecosistema. Algunos proyectos divertidos pueden incluir pruebas de acidez o contaminantes en el suelo o el agua, hacer escayolas de huellas de animales, cavar y recolectar fósiles, dibujar o tomar fotografías para crear un archivo visual o una pantalla, o crear su propia página web.