Las trampas de pegamento pueden ser una forma efectiva de atrapar a los invitados no deseados, incluidas las aves. Muchas personas eligen usar trampas de pegamento como trampas letales: el animal queda pegado a la trampa y muere por deshidratación, inanición o asfixia por el pegamento. Sin embargo, las trampas de pegamento también pueden ser trampas de vida si las revisas con frecuencia y liberas al animal para que viva otro día. A diferencia de otros animales, las aves pueden quedar atrapadas en el pegamento y obtener el adhesivo en sus plumas, lo que puede evitar el vuelo incluso después de la liberación. Debido a esto, asegúrese de que el pegamento se elimine por completo. Lleve al animal a un pájaro o rehabilitador de vida silvestre si todavía tiene algún pegamento en las plumas del ala.
Camine lentamente hacia el pájaro en la trampa de pegamento. Los movimientos repentinos o rápidos asustarán al ave más de lo que es y pueden hacer que adquiera más pegamento en su cuerpo.
Recoja el pájaro y la trampa con cuidado, teniendo cuidado de no apretar demasiado el ave, pero sosténlo firmemente Si sus alas no están en el pegamento, trate de mantenerlas alejadas del adhesivo.
Cubra las partes pegadas del cuerpo del ave con aceite vegetal. Con cuidado frote el aceite en los pies y el vientre u otras áreas cubiertas con adhesivo. Vierta aceite en cualquier parte del adhesivo de la trampa de pegamento que no esté adherida al ave para tratar de evitar que el ave se una más.
Tire suavemente del pájaro después de unos minutos. Si el pájaro no se está liberando, espere un poco más. Nunca jale al ave de la trampa si todavía hay una resistencia fuerte del pegamento.
Permita que el pájaro vuele sujetándolo a una distancia corta del suelo. No suelte al ave desde una altura en la que el pájaro se lastime y caiga si no puede volar.
Lleve el pájaro a un rehabilitador de vida silvestre si el ave tiene problemas para volar: puede tener pegamento o aceite en sus alas. Puede encontrar un rehabilitador de vida silvestre u organización similar llamando a su oficina local de control de animales o al Departamento de Recursos Naturales de su estado.