La atmósfera de la Tierra es una capa de gas retenida por la gravedad, que impide que se escape al espacio. Protege la vida al absorber la radiación UV, al mantener el calor para calentar la superficie de la Tierra y al reducir las temperaturas extremas entre el día y la noche. Los gases que componen la atmósfera se denominan comúnmente aire, que es lo que respiran todos los seres vivos de la Tierra.
TL; DR (demasiado largo; no leído)
La mayoría de el aire que respiramos está compuesto de nitrógeno y oxígeno, aunque también encontrará argón, dióxido de carbono y otros gases en pequeñas cantidades.
Nitrógeno: abundante e inerte
Es un error común pensar que el oxígeno es el gas más abundante en el aire que respiraba en la Tierra; ese honor es para el nitrógeno, que constituye el 78 por ciento del aire. El nitrógeno se presenta como N2: dos átomos de nitrógeno unidos entre sí. El enlace es muy fuerte, lo que hace que el gas sea químicamente inerte. Aunque el nitrógeno inhalado pasa al torrente sanguíneo, las células del cuerpo no lo usan. Sin embargo, dado que el nitrógeno es esencial para la vida, se encuentra en el ARN, el ADN y las proteínas, debe convertirse en compuestos con enlaces menos estables para ser utilizados por los animales. Una forma en que esto sucede es a través de la fijación de nitrógeno en las plantas.
Oxígeno: gas que da vida
Al constituir casi el 21 por ciento del aire que respiran todos los seres vivos, los pulmones absorben el oxígeno o estructuras en animales inferiores, y transportados a todas las células del cuerpo por la sangre. El oxígeno es el gas más inestable y, por lo tanto, el más químicamente activo que se encuentra en el aire. Aunque todos los animales necesitan oxígeno, puede ser mortal en concentraciones superiores a lo normal: respirar oxígeno puro durante períodos prolongados conduce a la toxicidad del oxígeno. Además de su papel en la biología, el oxígeno es esencial para la combustión, el proceso químico responsable del fuego.
Argón: gas noble
El tercer gas más abundante en el aire en la Tierra es el argón, aunque constituye menos del 1 por ciento del aire. El argón se clasifica como un gas noble en química, lo que significa que es muy estable y rara vez reacciona con otros compuestos. El argón en el aire proviene principalmente de la descomposición del potasio-40, un isótopo radiactivo en la corteza terrestre. La mayor parte del argón utilizado en la ciencia se adquiere por destilación fraccionada del aire en su forma líquida. Gases traza
Hay varios gases adicionales presentes en la atmósfera en cantidades mínimas. Estos gases se conocen como gases traza e incluyen vapor de agua, dióxido de carbono, metano, helio, hidrógeno y ozono. Cada uno de estos gases tiene su propio propósito y formas de producción. El metano, por ejemplo, es un poderoso gas de efecto invernadero que atrapa el calor en la atmósfera terrestre. El ozono se encuentra en dos capas distintas de la atmósfera: en la parte superior de la estratosfera, donde bloquea la luz ultravioleta dañina del sol, y en la atmósfera inferior, donde es uno de los componentes del smog.