Los fósiles de rastreo muestran la evidencia de cómo un animal o planta interactuó con su entorno. Se diferencian de los fósiles corporales, que son los restos conservados de las partes físicas de un organismo, como los huesos y los dientes. Por ejemplo, las huellas de dinosaurios se clasifican como restos de fósiles. Los fósiles de rastreo pueden ser útiles en paleontología: el estudio de restos prehistóricos. Ofrecen pistas sobre cómo se comportó un animal.
Tipos de fósiles de rastreo
Los fósiles de rastreo pueden tomar una serie de formas. Una de las huellas más comunes y reconocibles son las preservadas. Sin embargo, las huellas fósiles también pueden incluir cualquier cosa que muestre la actividad de una criatura, como madrigueras hechas por animales que hacen un túnel; los nidos de dinosaurios y aves, incluyendo cualquier caparazón de huevo fosilizado; excrementos de animales; marcas de mordida; huecos que dejan los bulbos radiculares y cualquier rastro que dejan las criaturas marinas.
Formación
Los fósiles traza generalmente se forman en sustratos blandos, según el Centro de Geociencias de Ottawa-Carleton. Por ejemplo, cuando un animal como un dinosaurio caminó sobre barro blando dejó una huella. Al igual que nuestras huellas en la arena o el suelo, la mayoría de las impresiones de dinosaurios fueron arrastradas para siempre. Sin embargo, algunas huellas se conservaron a medida que el lodo se secaba y las capas de roca sedimentaria cubrieron la impresión durante millones de años. Las madrigueras pueden conservarse en arenisca o formaciones rocosas similares.
Valor para la ciencia
Los fósiles de rastros pueden ofrecer a los paleontólogos y otros científicos información valiosa sobre formas de vida extintas que los fósiles del cuerpo no pueden. Por ejemplo, un rastro fósil de un nido de dinosaurio puede dar pistas sobre cómo se criaron los jóvenes de esa especie. Los fósiles Scat pueden ofrecer evidencia de lo que un animal en particular comió cuando estaba vivo. Los científicos pueden inferir el tamaño y el peso de un animal a partir de una huella. Si hay un grupo de huellas juntas en un lugar, puede sugerir que los animales vivieron y se movieron en una manada, según el Museo de Paleontología de la Universidad de California. En general, los vestigios de fósiles pueden ayudar a los científicos a tener una idea más amplia de cómo vivía un animal y no solo cómo se veía.
Relación con los fósiles corporales
Los paleontólogos buscan fósiles tanto de restos como de cuerpos obtener una imagen más completa sobre la vida prehistórica. La presencia de algunos tipos de restos fósiles a menudo indica que los fósiles del cuerpo podrían estar cerca. Por ejemplo, las madrigueras fosilizadas pueden contener piel fósil o esqueletos de las criaturas que vivieron allí. Las marcas de mordeduras en un hueso de dinosaurio fosilizado pueden mostrar a los científicos que una criatura fue atacada por otro dinosaurio. Las marcas mismas pueden ayudarlos a deducir qué dinosaurio mordió, como un tiranosaurio rex o un velociraptor.
Ejemplo de un fósil de rastreo
En 2003, el National Geographic informó que los paleontólogos alemanes tenían encontró una madriguera para roedores de 17 millones de años que contenía 1.800 nueces fosilizadas. Las nueces se almacenaron en pequeños bolsillos al final de varias ramas de una gran red de túneles. El descubrimiento dio a los científicos una idea del comportamiento de un mamífero extinto, incluida su fuente de alimento. En este caso, las nueces provienen de árboles de chinkapin, y se cree que los animales fueron los primeros tipos de hámster.