Como parte de la forma en que la Tierra funciona como sistema, el carbono pasa continuamente entre el océano, la tierra y la atmósfera. Esto implica una variedad de procesos diferentes, algunos de los cuales pueden ser observados por satélites.
La actividad humana está perturbando estos procesos naturales y provocando un aumento del dióxido de carbono atmosférico. Los satélites y la Iniciativa de Cambio Climático de la ESA están ayudando a mejorar nuestra comprensión del ciclo del carbono y su papel en el cambio climático.