La contaminación ambiental entra en el aire, el suelo y el agua y se propaga a través de la tierra y los océanos por fuerzas naturales, incluido el viento y el flujo de agua. Algunos contaminantes se degradan en el ambiente y otros pueden persistir durante miles de años. A medida que la contaminación se propaga y se acumula en el medio ambiente, el costo y la dificultad de la limpieza aumentan. Con el tiempo, los efectos de la contaminación en el medio ambiente pueden ralentizarse y potencialmente revertirse mediante una combinación de eliminación de las fuentes de contaminación y limpieza.
Fuentes de contaminación
Las ciudades contribuyen a la contaminación de muchas fuentes, incluyendo chimeneas de fábricas y aguas residuales; escape de los automóviles; líquido que se escapa de los vertederos; las fugas de la planta de tratamiento de aguas residuales y los gases liberados; y residencias. La contaminación de tierras rurales y forestales incluye fertilizantes de cultivos en la escorrentía de aguas pluviales; humo de incendios en el campo e incendios forestales; soplando polvo; erosión del suelo de la tala; y ácido y químicos en la escorrentía de aguas pluviales de las áreas mineras. La contaminación que ingresa al aire, suelo y agua puede continuar propagándose incluso después de que se detienen las fuentes.
Persistencia de la contaminación ambiental
Los contaminantes solubles o volátiles pueden degradarse cuando se exponen al aire o microbios en el suelo o agua subterránea. Otros contaminantes se mueven con agua subterránea en el subsuelo como partículas o en una solución. Los contaminantes "hidrofóbicos" repelen el agua y se mantienen en el suelo porque se sienten atraídos por las partículas de tierra o sedimentos, lo que dificulta su limpieza y su costo. Pueden "persistir" en el entorno y moverse a lo largo de la cadena alimentaria desde el suelo a los alimentos y a las personas, o desde los sedimentos a los peces a las personas.
Limpiando la Contaminación
Eliminando las mayores fuentes de contaminación podría incluir, por ejemplo, un tratamiento más completo de aguas residuales industriales o aguas pluviales que transporten fertilizantes y contaminantes viales para reducir la cantidad de contaminación que entra a las corrientes y al océano. Se pueden usar muchas tecnologías para eliminar los contaminantes del suelo y el agua. Por ejemplo, los filtros de carbón pueden eliminar contaminantes; ciertos productos químicos pueden neutralizar o unirse a los contaminantes; los microorganismos se pueden utilizar para descomponer los productos químicos; y ciertas plantas pueden usarse para extraer o descomponer contaminantes. Estas tecnologías se pueden combinar para hacer más efectiva la limpieza.
Reducir las fuentes de contaminación
Parte de revertir los efectos de la contaminación requiere que el gobierno y las personas adopten medidas para reducir los desechos y garantizar la sostenibilidad de los recursos. El reciclaje y los cambios en el empaque del producto pueden reducir la cantidad de desechos que se generan y se colocan en los vertederos. Las industrias y los propietarios de viviendas pueden usar productos químicos alternativos para reducir la toxicidad de los productos químicos que se acumulan en las aguas residuales. El uso de fuentes de energía alternativas puede reducir la cantidad de combustibles fósiles que se queman y la toxicidad de las emisiones al aire.