Un ecosistema es una colección de plantas y animales en un área geográfica particular, donde el clima y el paisaje afectan directamente los hábitats e interacciones de las especies. Hay tres tipos principales de ecosistemas: agua dulce, oceánica y terrestre. Cada tipo de ecosistema puede albergar una gran variedad de hábitats y, por lo tanto, representa la diversidad de plantas y animales en el planeta Tierra.
Ecosistemas de agua dulce
Los ecosistemas de agua dulce incluyen lagos y ríos, estanques y humedales, embalses y agua subterránea. Como recurso, el agua dulce se usa para beber, la agricultura, la industria, el saneamiento, la recreación y el transporte. Los diversos ecosistemas de agua dulce sirven de hogar a una amplia variedad de organismos, como peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, así como a protozoos, gusanos y moluscos. Las plantas, las algas y el fitoplancton también son abundantes y forman la base de la red trófica de agua dulce.
Ecosistemas oceánicos
Los ecosistemas marinos o marinos cubren aproximadamente el 70 por ciento de la superficie de la Tierra. Los ecosistemas marinos incluyen los océanos, estuarios, arrecifes de coral y áreas costeras. Los ecosistemas marinos difieren de los ecosistemas de agua dulce en que el agua contiene sal, por lo que las plantas y animales que viven allí deben ser al menos un poco tolerantes a la sal, dependiendo de la ubicación específica en la que habitan. Los peces como el lenguado y la lubina, así como los animales más grandes como las ballenas, delfines y focas son solo una muestra de la muy diversa vida animal que se encuentra en el ecosistema oceánico. Las algas marinas, el fitoplancton y las algas adaptadas a la supervivencia en agua salada también son abundantes. Los diversos habitantes también son importantes para la supervivencia humana, ya que muchos de ellos se utilizan como fuentes de alimentos.
Ecosistemas terrestres
Un ecosistema terrestre es una comunidad de plantas y animales y otros organismos que habitan en él. un área de tierra específica. Hay mucho menos agua disponible para sobrevivir que en un ecosistema marino o de agua dulce; por lo tanto, el agua actúa como un factor limitante para la supervivencia. Estos ecosistemas experimentan mayores fluctuaciones de temperatura. Los gases son necesarios para la vida: oxígeno para los animales y dióxido de carbono para las plantas. Los ambientes terrestres incluyen bosques y pastizales y son la fuente de muchos elementos esenciales para la supervivencia humana, como alimentos y materiales para la vivienda.