Promulgada en 1973, la Ley de Especies en Peligro de los Estados Unidos es una pieza de legislación federal que usa datos de población biológica para enumerar animales y plantas específicos en peligro o amenazados. Una vez que una especie aparece en la lista bajo la ley, está protegida a través de una variedad de restricciones en su recolección o captura, y en su hábitat. Si bien la ley ha logrado revivir algunas especies, como el águila calva, al borde de la extinción, la Ley de Especies en Peligro enfrenta críticas por parte de terratenientes, rancheros y biólogos privados por sus deficiencias.
Indicator Species
Cuando una planta o animal aparece en la lista de la Ley de Especies en Peligro de Extinción, puede llamar la atención sobre una serie de problemas ambientales que de otra manera pasarían desapercibidos. Una especie en declive puede indicar contaminación, destrucción del hábitat o un ecosistema que de otro modo se vería perturbado, lo que puede tener consecuencias reales para los seres humanos que dependen de los mismos recursos naturales. De esta manera, la Ley de Especies en Peligro puede resaltar "especies indicadoras" como el mejillón de agua dulce, que puede alertar al público sobre una cuenca hidrográfica contaminada si su población comienza a disminuir constantemente, según el Departamento de Agricultura y Servicios Forestales de los Estados Unidos. h2> Protección del Hábitat
Cuando una especie está protegida por la Ley de Especies en Peligro de Extinción, se vuelve ilegal destruir o alterar significativamente su hábitat. Por ejemplo, en la década de 1970, el águila calva estaba casi extinta debido en parte a que su hábitat boscoso estaba siendo arrasado y desarrollado. Enumerando el águila calva como un desarrollo prohibido en peligro de cualquier tipo donde las águilas calvas estaban anidando. Esto, junto con prohibir el uso del pesticida DDT que debilitó los huevos del águila calva, fue una razón clave para la recuperación de las aves hasta el punto en que fue eliminada de la lista de especies amenazadas en 2007.
A Narrow Focus
A pesar del supuesto enfoque de la ley sobre el ahorro de ecosistemas, algunos críticos creen que la legislación no cumple con este objetivo. Escribiendo en la revista Conservation Biology, Daniel Rohlf, del Natural Resources Law Institute, argumenta que la Ley de Especies en Peligro se centra demasiado en las especies de alto perfil, en detrimento de la conservación del hábitat en general. La destrucción del hábitat es la mayor amenaza para las especies en peligro hoy en día, argumenta Rohlf, y por eso es más importante centrarse en preservar ecosistemas enteros a través de estrategias de gestión del uso de la tierra y otros medios, en lugar de proteger una sola especie.
Rancheros y Terratenientes
Otras críticas a la Ley de Especies en Peligro provienen de terratenientes privados, algunos de los cuales resienten las restricciones impuestas a un individuo si una especie amenazada o en peligro se encuentra en su propiedad. De hecho, esta es una deficiencia clave de una ley que coloca restricciones de uso de la tierra sobre los propietarios con una especie en peligro cerca, porque inevitablemente algunos omitirán informar la especie por completo para evitar tales restricciones. Además, los rancheros en el oeste de los Estados Unidos se quejan de que debido al estatus de especie en peligro de extinción del lobo gris y la prohibición de matar lobos, la población de depredadores ha crecido y los lobos ahora están matando a su ganado.